Para: Los líderes de innovación, amantes de la innovación y cualquier persona que le interese ayudar al planeta.
Comida hecha de Aire
¡Así como lo leen! Se puede hacer comida alta en proteína a partir del aire.
Las innovaciones que se están aplicando para proteger el medio ambiente son sencillamente fascinantes, pero lastimosamente no son suficientes para la magnitud del problema.
Ayer me vi el documental de DW “BIOECONOMIA” (les dejo el link aquí abajo por si les da curiosidad verlo), el documental es como lo dije anteriormente increíble y habla de inventos como:
- Producción de cosméticos a partir del “ordeño de plantas”
- Alimentos a base de larvas de moscas para la cría de animales (sustituye el maíz y la soya)
- Producción de plásticos a partir de remolacha
- Carne de arveja
- y la que más me sorprendió, comida hecha de aire, ¡hasta postres pueden hacer con el aire!.
Todo en pro de proteger el planeta y evitar la tala de las selvas tropicales para cultivar soya y maíz que se necesita para alimentar a los animales que los humanos consumimos, lo malo es que la mayoría de estos inventos necesitan una gran cantidad de energía, lo que complica su aplicación masiva.
Como apasionada de la innovación y al estar en contacto con colegas y muchas personas que comparten mi pasión, me pregunto ¿Qué estamos haciendo desde nuestros equipos innovadores y creativos para ayudar al planeta?
Si usted es un líder de innovación, estoy segura de que ha enfrentado muchas veces el terrible “para qué vamos a cambiar si como lo hemos venido haciendo funciona” o en palabras más técnicas la resistencia al cambio. Y es ahí donde aparecen nuestros superpoderes y herramientas para “lavar esas cabezas”. Entonces, ¿por qué no aplicar estas mismas estrategias para promover una conciencia sobre cómo ayudar al planeta? Y no me refiero al reciclaje en la oficina, que también ayuda, me refiero a cambio de hábitos, como lo es disminuir el consumo de carne (que entre otras nos ayuda a prevenir otra pandemia), no es abandonarla, es bajarle al consumo (dejarla no estaría mal, ya que se ha comprobado que es cancerígena y que está repleta de antibióticos) con que consuma carne una vez a la semana y luego dos veces al mes estaría perfecto y el resto de los días puede comer pollo o pescado, pero bájele a la carne de res o cerdo.
El reto que les propongo a todos los líderes de innovación que, como a mí, les preocupa el planeta, es qué apliquemos todas las metodologías que conocemos para impulsar la conciencia de bajarle al consumo de carne, ¡el planeta NO puede seguir talando selva para darle de comer a las vacas, según Greenpeace son 626 millones de árboles talados al año, es como si cada minuto la Amazonia perdiera el equivalente a tres campos de fútbol, hasta sumar cerca de 1,58 millones de estadios.
Y si necesitan más razones para convencer a sus equipos, aquí les dejo unas cuantas:
Enfermedades zoonóticas- COVID 19
Según un informe de WWF, el 70 % de las enfermedades humanas son producidas por la destrucción de la naturaleza. En el caso del Amazonas, siendo la mayor selva tropical del planeta, su progresiva deforestación puede provocar un considerable aumento de las enfermedades zoonóticas —de origen animal, como la COVID-19— con graves consecuencias sobre la salud humana.
Calentamiento global
De acuerdo con Greenpeace, en la década de los 90 la selva amazónica absorbía 2.000 millones de toneladas de CO2, una cifra que, en la actualidad, se ha reducido a la mitad. La subsiguiente acumulación de mayores cantidades de CO2 en la atmósfera contribuye al cambio climático, aumentando la temperatura del planeta a causa del efecto invernadero.
Pérdida de biodiversidad
Se calcula que la selva amazónica alberga el 10 % de la fauna conocida —también un gran número de la desconocida, oculta entre su exuberante vegetación— y el 20 % de la flora —más de 10.000 de sus plantas contienen ingredientes para uso médico o cosmético—. La destrucción de su hábitat las sitúa al borde de la extinción, impulsando la pérdida de biodiversidad.
¡Gracias por leer esto!
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